La rendición de cuentas debe representar la mayor responsabilidad de una servidora pública, es por ello que este informe representa para mí, un servicio muy relevante hacia el pueblo que nos eligió, el pueblo que apostó por un cambio y que debe saber cómo estamos cumpliendo al compromiso que nos encomendó.

El año de ejercicio de la LXIV Legislatura, estuvo marcada por la emergencia sanitaria provocada por el virus SARS-CoV-2, la contingencia nos tomó por sorpresa a nivel global, de este desconcierto no estuvieron exentas las actividades legislativas en nuestro país.

La realidad nos increpó cuando comenzaba el año de 2020, el mundo se detuvo porque un virus amenazó la vida como la conocíamos, la humanidad demostró que se puede adaptar a todo, cada espacio de la sociedad se reorganizó. El Senado en México implementó medidas para seguir atendiendo nuestras obligaciones como legisladoras y legisladores.

Nos organizamos en sesiones y trabajo de comisiones a distancia, se implementó la firma electrónica para senadoras y senadores, se sesiono en el pleno de la cámara digitalizando las sesiones para seguir cumpliendo con la responsabilidad que nos otorga la Constitución. También, cuando fue de suma importancia deliberar sobre temas cruciales para la agenda pública, sesionamos de forma presencial cuidando todas las medidas sanitarias.

Trabajamos porque para eso se nos eligió y construimos los acuerdos necesarios para fincar las reformas que nuestro país necesita, atendiendo siempre las medidas manifestadas por nuestra autoridad sanitaria.